El alma - es el Yo Superior. También conocido como Supraconsciencia.
En él se encuentran la energía creativa, la intuición, la inspiración y la sabiduría. Al descubrir la capacidad de oír y sentir el Yo Superior en sí mismo, la persona obtiene acceso a la energía de la alegría y el amor, a la intuición creativa y a la sabiduría superior, que contienen conocimientos sobre todo el Universo, sobre todos los niveles de la realidad divina.
La mayoría de las personas viven sólo con la percepción del Yo Consciente, incluso el Yo Básico percibe con dificultad, aunque sigue teniendo un impacto directo en el mundo interno y el comportamiento del individuo. El contacto interno con el Yo Superior es casi inexistente. Sin embargo, sin él, es imposible experimentar plenamente la existencia y desarrollar todo el potencial otorgado por el Creador.
Y al mismo tiempo se da el caso en el que una persona se esfuerza directamente en alcanzar el nivel más elevado (divino) rechazando o negando lo que considera inferior y no digno. Aunque todos los niveles, al igual todo lo que nos rodea, son divinos, y sin conocer lo inferior, es imposible comprender lo superior. Todo es uno, todo está unido. Y sólo el deseo de esta unión conduce al desarrollo y al ascenso espiritual, a la revelación de la verdadera naturaleza divina multifacética de cada uno.
Por lo tanto, para acceder a la Supraconsciencia, es necesario fortalecer los niveles básicos: tener una conexión sólida y consciente con el Yo Básico y Yo Consciente. Estos niveles preparan una base sólida para el mayor desarrollo y el perfeccionamiento posterior del individuo, permitiendo su unión con el yo Superior. Si la base es débil e inestable, resultara imposible dominar el nivel más elevado.
